Kenyu se despide en mi blog
Hace algunos días leia un blog que hablaba de la costumbre de los blogeros de escribir la nota que cierra el año. Ciertamente es así porque en la misma página muchos colegas dejaban su comentario al respecto.
En este tiempo pensaba en como abordar el tema, si basarme en los acontecimientos mundiales del año, en la triste política que ejercen los dirigentes responsables de algunos países, entre otros muchos y variados temas donde no me faltaría letra para expresarme a gusto.
Sin embargo, como buen animal de costumbre me decido a simplemente realizar una reflexión personal dejando que fluya como si supiera.
El Karate, con su permanencia en el espacio ha ganado lugares muy por sobre otros puntales a los que también les he dedicado gran parte de mis años de estudio e investigación, por este motivo es que aún conservo ciertos pruritos al intentar escribir sobre el tema, sabiendo que es muy delgado el límite con la soberbia.
Al comenzar cada clase de Karate, en el momento mokuso, aprovecho para encomendarme a Sensei Akio, para que ilumine la clase, para que me equivoque lo menos posible y honrarlo con un buen desempeño. También hago un ejercicio para dejar de lado el ego y evitar que la soberbia pueda colarse en algún gesto. Sin dudas en algún momento no tuve tan en cuenta estos aspectos y perdí demasiado tiempo con cosas pasajeras, por eso ahora se me hace imprescindible estar despierto y no caer nuevamente en esos menesteres.
Recurriendo a la técnica de las asociaciones, o comparaciones, observo que en general los alumnos de nuestra escuela son así.
Es completamente normal que suceda de esa manera, aunque no sea lo más correcto, porque como dice la canción para dejar de hacer algo primero hay que hacerlo, y ego, vanidad y soberbia estan siempre mostrandose a travéz de nuestros actos, como algo completamente normal, incluso muchas veces funcionan como elementos de autodefensa o protección.
En mis últimos encuentros con alumnos de distintos Dojos, observo en quienes tienen más tiempo de estudio, que estan muy propensos a escuchar, a mantener la etiqueta, a investigar en los beneficios de la consideración y el respeto, y quizás sin saberlo, a involucrarse con un estudio mas profundo del Karate.
Se ve en su aura, en el tono que utilizan para expresarse, en la mirada. Tal vez eso sea de lo que más me debo cuidar, porque en muchos me veo a mi mismo. Así sean alumnos de otros profesores me ha sorprendido satisfactoriamente el reflejo de la expresión a la que me refiero. Sin dudas esto le debe pasar a todos los instructores, no podría considerar que es algo unicamente personal.
La diversidad de profesores y lo que cada uno ha logrado experimentar a lo largo del camino, nos lleva muchas veces a tener distintos puntos de vista sobre una misma expresión, lo cual nos enriquece mutuamente y es beneficioso para todos que sea así.
No digo que encontrar el reflejo mencionado sea lo mejor que les pueda pasar a los alumnos, incluso quizás hasta pueda ser erróneo, sin embargo le pongo un par de créditos a los años que he dedicado al estudio del Karate y a la gente que afortunadamente ha guiado y sigue guiando mis pasos en este sendero que cambia a cada momento, mostrando que uno también debe cambiar por el crecimiento que ello implica.
Asi que este año voy a levantar mi copa, una más, por esos sueños compartidos con los hijos que la vida le va dando, y tratando de ser buen padre, uno intenta aprender sobre la marcha con la mayor sinceridad que se tiene, para que en sus corazones comprendan que vale la pena, que hay maneras de pasar por la vida con honradez y dignidad.
A ellos, a todos los hijos que la vida me ha dado, les agradezco la posibilidad de que mi existencia tenga un punto de apoyo importante para continuar intentando despertar.
Post despedida de Kenyu
Parte de la iniciativa Despidete en otro blog
